domingo, 1 de febrero de 2009

Viernes... de opiniones varias y una medusa inmortal

Hola a tod@s!
Luego de un par de días con sol volvemos a la nieve en la capital española… y a mí me gusta. El clima está en concordancia con un estado raro, entre mareo y malestar, que ya se está instalando dentro de mí como un órgano más.
Por estos días he estado casi obligado a reflexionar sobre la culpa y el necesario perdón, el sexo y la doble moral que TODOS practicamos. ¿Por qué le damos tanta importancia a la fidelidad, si somos tan infieles? Y no estoy hablado del vulgar término “tarro” o “cuerno”… voy un poco más allá, o bastante más. Hablo de la fidelidad en el trabajo, en la interacción con la sociedad, en las relaciones íntimas con los amig@s y las parejas. Por lo general somos drásticos con los errores de los otros y muy benévolos con los nuestros. También tendemos a pensar que nuestros actos no causan daño por el simple hecho de que los estamos controlando… gran error, ¿no? Por suerte para mi cerebro, no todo el tiempo he estado ocupado en estos pensamientos… también me he cabreado al saber que han tenido que crear un “hospital” para las vacas que decoran Madrid… ¿A qué viene ese salvajismo urbano? Cuando vivía en Jovellanos (pueblo perdido de Cuba), y asistía a una escuela de por allí, más de una vez tuve que asistir a la violencia de algunos de mis compañeros que sin “ton ni son” pateaba algún mueble hasta romperlo… en aquel momento pensé que aquello era propio del tercer mundo. Desafortunadamente me equivocaba. Hay algo destructivo en nosotros que tiene cierta independencia de la latitud. Y siguiendo con la destrucción, Pfizer (la farmacéutica) planea destruir una importante cantidad de puestos de trabajo de su I+D. ¡Fantástica noticia! Si la principal farmacéutica del planeta hace esto seguro que muchas seguirán sus pasos. Esto tiene la siguiente traducción: dentro de 10 años tendremos el mismo “set” de medicamentos que disponemos hoy. Pero no todo es malo en ciencia: se han clonado dos preciosos cachorros y se sigue estudiando la medusa que quizá tenga la clave de una longevidad sin fecha de caducidad. Esto último me ha llamado mucho la atención. Resulta que la Turritopsis nutricula es capaz desarrollarse y, una vez que llega a su estado de madurez sexual, revertir el proceso y volver a un estado “cuasi-indiferenciado”. El fenómeno tiene nombre: transdiferenciación y de alguna manera se puede catalogar como inmortalidad. No dejo de pensar que es algo parecido a lo que “intenta” hacer el cáncer, sin éxito. Un tumor, en la mayoría de los casos, provoca una “desdiferenciación” celular del órgano donde está. ¿Un paso evolutivo? Ya sé que Karel no está de acuerdo conmigo. Cambiado de tercio: por El Prado tenemos a Bacon y además ya se pueden visitar algunas salas desde Google (Asimov no estaba muy descarrilado en su “Sol desnudo”), Penélope Cruz está nominada a un Oscar aunque aquí la quieran crucificar, Blanca Portillo hace de Glen Close en la 5 (esto es sólo para los de España), a Obama le sale un posible padre cubano, Aznar dice que la clausura de Guantánamo podría afectar la lucha contra el terrorismo ¿Por qué no se dedica a jugar parchís?, Aguirre apoya una manifestación en contra de los Castros en pleno centro de Madrid y Raúl Castro, el “hermanísimo”, tiende lazos fuertes y peligrosos con la nueva Rusia.
¡Cómo está el patio!
Os quiero,
Ed.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Eduardo,
me parece de comprender que la medusa, cuando llega a ser indeferenciada, sigue viviendo. Yo entiendo el concepto de indeferenciacion como evolucion en un sentido cultural, como lo entendia Freud cuando decia que los ninos gozan sexualmente con todo su cuerpo (los llamaba perversos polimorfos) y que un adulto tendria que volver a hacer eso, en contra de la cultura dominante que te dice de usar solo las zonas genitales (y el menos posible). La indeferenciacion de las celulas como paso evolutivo me parece muy fuerte, y no llego a comprenderlo, espero que tendremos ocasiones para hablar de esto.
Sobre las medusas, Apollinaire escribio' esto -te lo traduzco selvajamente:
Medusas, cabezas desdichadas
de pelo morado
gozais en las tormentas
y yo tambien gozo como vosotras

asi' que esta noche me siento muy medusa
un beso
Emanuela

Eduardo López-Collazo dijo...

Mi querida italiana, me encantan tus comentarios... ya tenemos oportunidad de comentar sobre medusas... por cierto, aún tengo sin usar los condimentos del risotto... Besos, Ed.

Anónimo dijo...

Hola Eduardo,

Primera vez que me atrevo a dejar un comentario aunque fuera asiduo lector de tus viernes...

Mientras leía lo que escribiste sobre la medusa y la inmortalidad, no pude dejar de recordar las palabras de un profe de mi facultad a quién le encantaba escandalizar el primer día de clases diciendo: "Desde el punto de vista fisicoquímico, el concepto de vida es irrelevante" (o algo así).
No dejo de platearme cuánto de biológico (llámese "instint de supervivencia") y cuánto de cultural hay en nuestra afanosa búsqueda de frenar la muerte o de prolongar la vida (y ahora nos prometen que tal vez indefinidamente). Como todo fenómeno biológico, el proceso de transdiferenciación de esta medusa (y su consiguiente "inmortalidad") es digno de ser estudiado. Y estoy seguro de que aprenderemos mucho de ello y hasta obtendremos algunas aplicaciones... Pero, ¿de verdad queremos ser inmortales?
También me llama la atención como en muchos artículos se aborda el tema del envejecimiento como si fuera una especie de degeneración o patología, cuando la senescencia es un mecanismo perfectametne orquestado (al igual que la apoptosis)... Pero bueno, los investigadores no dejamos de ser personas con los mismos miedos y prejuicios que el resto del planeta...

Todo esto lo dice alguien que dentro de poco cumple años y se horroriza todas las mañanas por encontrarse nuevas canas!!

Un abrazo,
Fernando.