viernes, 17 de julio de 2009

Viernes

Hola a tod@s!
Otro viernes y aunque las temperaturas bajarán seguiremos con el verano. Sin embargo, no me reconozco: tomo bebidas calientes, evito los locales con aire frío y agradezco sudar por las noches porque eso quiere decir que me levantaré teniendo una voz normal y sin toser… irreconocible. Hace poco un amigo me invitó a ver el pre estreno de la última del mago niño que ya es un adolescente ligón; dos horas y cuarenta minutos de efectos especiales que no pude aguantar porque la sala estaba rozando los cuatro grados y mi garganta lloraba. Conclusión, creo que este verano no podré ir más al cine o al teatro si no es al aire libre. Viendo así reducidas mis posibilidades de ocio, el fin de semana pasado me fui a Marbella… pensé que la humedad del mar y el microclima del sitio me sentarían de maravillas, pero pasé por alto el detalle del transporte. Para llegar rápido fui hasta Málaga en AVE mas no conté con que sus operarios deben ser descendientes de esquimales. No estoy muy seguro si en algún momento la temperatura superó los diez grados, creo que no, llegué sin voz. En fin el mar…
En otra cuerda y a pesar de mi ronquera el mundo se mueve. Obama suspenderá por seis meses la aplicación de la ley Helms-Burton a Cuba y esto es casi seguro el preludio de la suspensión total del bloqueo a la isla. ¿Algún gesto cubano? Esta semana hablé con mi madre y mi hermana, a la primera hace 7 años que no la veo, a la segunda 13… la misma pregunta de siempre: ¿Cuándo nos veremos? Mi respuesta es: Cuando no tenga que pedir un ridículo permiso para entrar al país donde nací, o si tengo que pedirlo que pueda hacerlo con el pasaporte del país que me adoptó: España. Espero que de una vez Cuba se percate que no es el ombligo del mundo y que no vivimos en los sesenta del siglo pasado. Siguiendo en Cuba, los habaneros están disfrutando del Royal Ballet en pleno y sus megas producciones. Si bien esta compañía siempre me ha parecido algo fría, está bien poder apreciar una escuela diferente y sobre todo el arte de Carlos Acosta. Volviendo a Madrid, no tengo ni idea de lo que se puede ver o no… por estos tiempos mi garganta manda y ella me impide entrar en cualquier sala donde un chorro de aire gélido atente contra mi integridad personal. Por ello me dedicaré a pasear por sus calles y percatarme, una vez más, que aquí no tenemos buen gusto para las nuevas obras como en Barcelona donde, en breve, la controvertida Zaha Hadid dejará su huella y la ciudad contará con otro edificio significativo. ¿Para cuándo en la capital?
Os quiero,
Ed.

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