sábado, 11 de septiembre de 2010

Viernes

Hola a tod@s!

Un amigo me recordó unas palabras de Martí: "la naturaleza humana no está hecha para emigrar” a las que sabiamente añadió: "El emigrado nunca termina". Y es que, aunque los años pasen, nunca estaremos preparados del todo para afrontar las eventualidades de la emigración. Pero la vida continúa y cuando llega una de cal, vendrá otra de arena. Dicho esto y recordando algo que no comentaré, sigo escribiendo mis Viernes.
Han pasado dos semanas llenas, como siempre, de titulares. La mayoría inútiles. Por España tenemos el anuncio de una tregua de ETA que ya huele a pasado y nadie se cree. En Venecia se sigue lo último en el cine y se destaca a “Black Swan” como una creación diabólica de altos vuelos con Natalie Portman en el reto Odette/Odile que tanto nos gusta a los que amamos el ballet. También se habla de la historia, demasiado española, que cuenta Alex de la Iglesia con trompeta en mano, de un documental ficticio con el protagonista de “Two lovers”, de la última dirigida por Sophie “la Coppola” y unas cuantas cosas más… es una pena que para enterarme de todo ello tenga que pasar por la amargura de leer un texto de quien aborrece el cine y a sus genios. ¿Por qué le pagan a Carlos Boyero para que escriba de un arte que no le gusta? Un señor que llama payaso a Almodovar y niñata a Sophie Coppola es quien El País tiene como cátedra de la crítica cinematográfica. A otro nivel y sin alfombra roja, no he dejado de ir al cine y de esto puedo decir que la última de Allen ha sido un verdadero fiasco. El chico satírico de Manhattan ha desperdiciado un magnífico set de actores con una historia que deja demasiado en las manos del karma. Por otra parte, Origen (Inception es el título original) tiene todos los elementos para ser un éxito de taquilla sin tener que pasar por la vulgaridad, la sangre fácil o el dramón de estrellas. Una mezcla de Matrix, Shutter Island y otras más… pero bien lograda. A mí me mantuvo todo el tiempo buscando el truco, la mentira, el error… pudo haber más pero ya se sabe “Nobody is perfect” (Billy Wilder, 1959). También pasé por el teatro y allí disfruté de los primeros pasos de una compañía que puede llegar lejos, Angel Corella, la estrella del ABT, sigue en su empeño de crear una agrupación estable de danza clásica en España y, aunque el camino es aún largo, la niebla se va despejando. En otra cuerda, una disparidad de criterios se evidencia entre la vieja Europa y la no tan joven América del tío Sam, mientras por aquí el criterio para salir de la crisis es recortar y recortar, los de por allá piensan que invertir en lo social es parte de la receta. ¿Quién tiene razón? Y para terminar, como no comentar las últimas andanzas del comandante… da la sensación de tener un equipo de comunicadores trabajando en cada una de sus palabras porque cada vez que abre la boca sale un titular. No contento con sus predicciones de la guerra nuclear inminente (ya ha olvidado todo el meneo que co-protagonizó con los misiles en los 60), se le ocurrió entonar un “mea culpa” por haber “permitido” que se encarcelara homosexuales en aquellos campos de concentración que llamaron UMAP y más tarde decir, muy clarito, que el modelo cubano no le funcionaba ni a la isla… wao, esto sí que es noticia. Tod@s pensamos que el señor se había vuelto sincero, que aquello de que la vejez ablanda se estaba cumpliendo a rajatablas. Pero no hay esperanzas posibles con el dictador, ahora ha rectificado, donde dijo “digo” dice “Diego” y realmente quiso decir que el capitalismo no funciona y crea crisis cada vez más frecuentes y profundas, y yo estoy de acuerdo… pero no con él.

Os quiero, Ed.
PD: Gracias a tod@s l@s amig@s que me brindaron su hombro, una cosa quiero decir: nunca dudéis en mandar un mensaje, en hacer una llamada… esas cosas no molestan y si ayudan.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El filme francés "Venus Negra" del francotunecino Abdellatif Kechiche escandalizó en el festival de Venecia con la cruda historia, encarnada por la actriz cubana Yahima Torres, de una mujer africana del siglo XIX humillada por sus genitales deformados.

La triste y verdadera vida de la sudafricana Saartjie Barman, emblema hoy en día de la segregación racial, es protagonizada por Torres, quien debuta como actriz con un papel fuerte y difícil, en el que ofrece sin reservas su cuerpo desnudo.

"Si bien el filme exigía escenas crudas acepté porque se denunciaba el racismo que aún existe en el mundo", admitió en una charla la joven cubana, de 30 años, quien llegó a engordar 13 kilos para el papel.

Kechiche, autor en el 2007 del encantador "Cous Cous", compite de nuevo en Venecia con la historia de la exuberante "Venus hotentote", que a finales del siglo XVIII viajó desde su África natal hasta la fría Europa, persiguiendo el sueño de la fama como bailarina pero que terminó vendida y expuesta como un animal de feria, estudiada por sus carnes y extraños genitales.

"Sentí el deber moral de testimoniar el recorrido de esa mujer", reconoció el director durante una conferencia de prensa.

A través de irritantes y repetidas escenas del sórdido espectáculo de circo montado para exhibirla en Londres y París, Kechiche involucra al espectador, al que llama a tomar consciencia de lo que contempla.

"Mirar juntos nos hace sentir menos responsables", advirtió el realizador al denunciar el racismo que aún prevalece en el mundo occidental, en particular Francia, con la expulsión de gitanos.

"Es espantosa esa política. Se usan métodos que recuerdan catástrofes recientes vividas en Europa", dijo.

Con su cuarto largometraje, Kechiche culpa la pasividad y complacencia de todos y cada uno --el espectador del pasado y el actual-- ante el ultraje y escarnio público de otro ser por ser simplemente diferente, negro, corpulento o deformado.

En el filme Saartjie es amarrada como una fiera en una jaula, obligada a exhibir sus nalgas voluminosas y a dejarse tocar por el público.

"Es desgraciadamente una historia muy contemporánea", sostiene Kechiche, que describe en 160 minutos la evolución de ese cuerpo, inicialmente joven y vivo, hasta su desgaste, cansancio, abuso y mutilación.

"El acto más bárbaro fue su disección", sostiene el director.
La cinta muestra también la fascinación de los científicos franceses de la época, quienes no sólo violaron su cuerpo tras su muerte, sino que lo conservaron en formol y desarrollaron complejas teorías que "encontraron eco en la aurora del fascismo", explicó Kechiche.

El cuerpo de Saartije Baartman estuvo expuesto en el Museo del Hombre en París y fue repatriado a Sudáfrica tan sólo en 2002 por solicitud de Nelson Mandela, quien lo consideraba un icono de la lucha contra el "apartheid".

Más intimista y experimental es el filme "Attenberg", de la directora griega Athina Rachel Tsangari, en el que se aborda de nuevo el tema de la muerte.
El jueves proyectan el cuarto filme italiano en concurso, "La soledad de los números primos" de Saverio Costanzo, una adaptación del bestseller homónimo.


AFP