sábado, 27 de noviembre de 2010

Viernes... desde el desierto


Hola a tod@s!
Ya es oficial, estamos en invierno… en Madrid no subimos de los 5 grados y las calles se iluminan con luces navideñas. ¿Alguna otra señal? Yo, por aquello de luchar contra los elementos y buscar algo de calor, me hice 2 mil kilómetros en combinaciones de autobús, dromedario y 4x4 por Túnez. Pero no penséis en el norte turístico que también visité, mi viaje estuvo centrado en el sur más salvaje y en el desierto tranquilo. Allí le di la razón al gran Buñuel en “El discreto encanto de la burguesía” y también me dio por escuchar a Silvio (el viejo) percatándome de dos cosas: soy un burgués y él era un ególatra. Eso sí, agradezco infinitamente haber crecido con su poesía, los de hoy lo hacen con Lady Gaga y sus “grandes mensajes”, en el mejor de los casos… Siguiendo con el viaje, eso de pasear en dromedario por el desierto al atardecer (“durante el ocaso” diría Borges) es mágico, comprobar que aquello tan contado de los espejismos es real y hacer “ralling” por una ruta del Paris-Dakar es impresionante y recomendable. Los paisajes son tan distintos que los imaginamos en planetas de galaxias lejanas, pero África mora está muy cerca a pesar de su lejanía, menos de 2 horas en avión y todo cambia. Túnez es un país con tantas diferencias y contradicciones que es difícil entenderlo mínimamente y es una pena que hordas de españoles crean haberlo conocido por el hecho de haber dormido en un hotel de Hammamet.
Durante esa semana apenas tuve acceso a internet (¡sobreviví!) y sólo de vez en cuando vi algún telediario, por ello nada supe de la locura Coreana que me preocupa mucho más que la caída de Irlanda, ni de los vaivenes catalanes o de las deudas de Gallardón… tampoco busqué información sobre “el ideario de Fidel” que, según Raúl Castro, estará presente en las reformas que prevé para la Isla. Este tema cansa, aquel país lleva haciendo “reformas” y “rectificando errores” desde que nací. Otras noticias eran más alentadoras: un ensayo clínico indica que el uso de antirretrovirales disminuye el riesgo de infección del VIH, células humanas de la piel pueden ser convertidas en células sanguíneas funcionales sin necesidad de pasar por un estado de célula madre, somos más felices si nos logramos concentrar y algunas cosillas más. En fin, que hice una verdadera desconexión pero ya estoy aquí y os recomiendo “18 comidas” que es la clásica película coral que cuenta mil y una historia con finales mezclados, a los de Madrid, corred a ver al ballet de la Ópera de Lyon que estos días traen la versión que hizo Mats Ek en 1982 de Giselle… si hubiese sido coreógrafo está es la coreografía que hubiese creado. También recomiendo un nuevo espacio de información con el que colaboro (http://www.ociogay.com/) que a pesar de su nombre no es una página de contacto y si un suplemento cultural que llegará lejos. Y para terminar… TA un abrazo enorme por tu medio siglo en este planeta convulso que todos los días intentamos salvar.
Os quiero,
Ed.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias por lo que dices de Ociogay. B.

Paula dijo...

Me encanta leer tus viernes. Besos desde Túnez