sábado, 12 de febrero de 2011

Viernes de cosas varias...



Hola a tod@s!
Ya termina una semana que probablemente quedará marcada en la historia: Egipto ha dado muestras de que se puede hacer cambios supuestamente imposibles. Este país siempre me ha fascinado, en mi infancia leía y releía las aventuras de Carter buscando la tumba de Tutankamón y en mi adultez me embriagué cuando navegué por el Nilo y visité los siglos de cultura que allí se guardan. No obstante, en aquella visita me chocó la “inmovilidad” del pueblo que había dibujado los primeros estadios de la civilización. No entendí bien todo aquello y varias veces volví sobre ese pensamiento. Hoy el planeta celebra, con cierta hipocresía, el éxito de un pueblo harto que siguió el camino de los tunecinos y lograron, seguro que con ayudas diplomáticas internacionales, que el dictador se fuera. Ahora queda construir un gobierno plural que no sea fagocitado por el radicalismo que tanto teme occidente. De cualquier manera, el hecho es plausible e irremediablemente pienso en una isla que lleva 51 años con la misma imagen en cada telediario. De allí una generación huyó y el vacío que dejamos ha favorecido la estupidez y la adoración de una cuadrilla de asesinos de almas e ideas. Y es que también se asesina sin necesidad de derramar sangre y detener el corazón. En otra cuerda, porque afortunadamente otras cuerdas existen, Barcelona me atrajo y allí estuve discutiendo sobre el material genético mitocondrial y su efecto sobre la tolerancia a endotoxinas para más tarde asistir a un evento de esos que dejan huella. Resulta que un amigo, también científico y también “culturoso”, me invitó a ver el montaje de Anna Bolena en el Liceu con Edita Gruberova. Para quienes no la conozcan, esta señora es una sobreviviente de aquella generación de divas reales que, sin escuela pero con voz, reinaron en los coliseos de la ópera del siglo pasado y eso se nota. Por otra parte y con grata sorpresa, constaté que la frialdad del público en Real nada tiene que ver con que España está en Europa, ahora creo que está en relación con el hecho de que en Madrid va a la ópera mucha señora de laca en la cabeza y escasas neuronas en el cerebro. En el Liceu viví momentos que mucho me recordaron a los fines de semanas en el Lorca habanero, donde el patio de butaca vibraba cual estadio de fútbol, pero no por un “chute” de quien no sabe hacer otra cosa sino por algo sublime que se llama arte (TA y yo escribimos una reseña en: http://www.ociogay.com/OcioGay/Escena130.aspx). Siguiendo por La Habana, una noticia triste nos llega de sus tablas, María de los Ángeles Santana ha muerto. Cuantas veces reímos con su alcaldesa en San Nicolás del Peladero o disfrutamos de su voz en composiciones de Lecuona. Ahora recuerdo la última vez que la vi en un teatro, en aquel momento se homenajeaba a ese gran músico cubano y ella hacía una anécdota realmente graciosa de algo acontecido entre los dos muchos años atrás. Sé que por Madrid también la disfrutaron en la Zarzuela porque lírica era, pero lo cubanos nos llevamos la mejor parte de esta irrepetible artista. Y así vamos, la vida sigue siendo eso que transcurre mientras nos entretenemos en hacer otras cosas, el planeta sigue dando vueltas, los neutrinos siguen siendo menos de lo que tendrían que ser, Ana Botella (la consejera de medio ambiente) dice que el paro asfixia más que la contaminación que sufre la ciudad, un energúmeno tilda de fascista la ley anti-tabaco y yo voy camino de los 42.
Os quiero,
Ed.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

"la vida sigue siendo eso que transcurre mientras nos entretenemos en hacer otras cosas"
Me ha encantado esta frase... gracias, Eli

Anónimo dijo...

Viva Edita!

Desde Barna.

Anónimo dijo...

La reseña de ocio no la firmas tú?