sábado, 26 de noviembre de 2011

Viernes

Hola a tod@s!
Ha pasado una semana difícil de resumir, las elecciones ¿del mercado? han teñido de añil la Madre Patria y mientras unos auguran cambios fantásticos en la prima de riesgo y trabajo para todos, otros ven el comienzo de una etapa incierta de oscuridad católica. Por su parte, Google festejó el 60 aniversario de Ciberiada con un doodle delicioso que hacía resolver un problema al usuario, y a mí me entretuvo por quince minutos. Desde USA se dice que el Curiosity está a punto de dejar el planeta para buscar vida en Marte. Mientras tanto, Letizia, la que antes era periodista de izquierdas en un medio de derechas y ahora es princesa, ha dejado caer en Chile que en España el matrimonio homosexual y el aborto son legales, y la sociedad vive feliz con ello. No obstante, en la celebración del ascenso del “Babas” una pancarta pedía a gritos: Abolición del Aborto Ya; y es que la sociedad es plural y tonta en muchas direcciones. Siguiendo en España, varios amigos han cumplido años: Toni, Ceci y Lissette (Felicidades!) y yo he disfrutado de Ana Belén y la concertista Rosa Torres-Prado en un espectáculo que fusionó, sin pedantería, la música clásica, la poesía, alguna canción y reflexiones sobre el arte. En otra cuerda, se ha recordado que Freddy Mercury murió hace 20 años y se afirma que en Rusia los homosexuales temen por sus vidas… Putin y su tropa no sólo les niega el derecho al matrimonio, van más allá y quieren prohibir manifestarse homosexual. Vamos, el sueño dorado de muchos que duermen en la Moraleja y votan al PP. Así va el mundo, ese que gira creando historias… y yo, para variar, quiero contarles una. Hace cerca de 16 años llegué a Madrid, sin canas, con 50 kilos y una carta para una persona que inmediatamente contacté. La persona en cuestión resultó ser un señor agradable que me esperó en el mercado San Miguel y me invitó a comer a su casa. Allí su pareja, otro señor algo más serio, había combinado sabores con olores y me esperaba con una mesa especial. Así comenzó una amistad que ha superado la barrera de la década. Con ellos viví mi primera vez ante el Guernica, de ellos bebí La Habana de los 60 y 70 que no viví, con ellos compartí mis dudas y mi evolución. Visitar a mis amigos siempre ha sido abrir una ventana a la sabiduría y la búsqueda de la belleza a través del conocimiento. Ellos nacieron en Cuba, no son habaneros pero aquella ciudad los sedujo y el hechizo aún les dura. El uno se hizo químico y combinó la ciencia con la ópera para hacer más llevadera cualquier fórmula. El otro primero fue profesor, maestro, y luego la vocación le llevo al periodismo, a la crítica, a las letras… escribió sobre los grandes y las grandes, fue amigo de la Loynaz y de vez en cuando habla con ella. Los dos aman la danza y son enciclopedias del ballet mundial. El uno me examina con ojos severos en cada uno de mis pasos, el otro, me da su confianza sin condiciones. Lo cierto es que nunca he tenido cerca a lectores más voraces, cinéfilos más entregados, ni mejores personas. Pero el tiempo es implacable y por estos días, luego de muchos años en su segunda ciudad, su sentido común los lleva a cambiar Madrid por un sitio más apropiado. La edad y otros factores les hacen buscar el calor de una latitud más adecuada y la cercanía al mar. Mis amigos se van de la capital, se instalarán en Valencia y con optimismo me dicen: “estamos a 2 horas en AVE”. Sé que nos veremos menos, y la tristeza me hace su presa por esto. Una vez más pienso que la vida es una despedida tras otra. Por suerte queda la tecnología, la electrónica que hace inmediata la comunicación. También viajaré más a Valencia, allí tengo otro buen amigo que espera mi vista.

Os quiero,

Ed.

PD: A los que están por Madrid, los cines Princesa están poniendo una restrospectiva de festivales. Han programando “The artist”… la mejor película que he visto este año. La recomiendo.

sábado, 19 de noviembre de 2011

Viernes "reflexivo"

Hola a tod@s!
Ya amanece la jornada de reflexión, esa en la que supuestamente los electores no deben recibir promesas de los candidatos y sí pensar sobre quien merece su confianza… En fin, que esto en España tampoco es tan así porque el país se autodefine como “distinto”. Yo, por si acaso, no haré apología de ninguna opción por aquello que reza: “pórtate bien que sigues siendo distinto aunque los papeles digan lo contrario”. ¿Pero de qué hablo? Esta semana todas las conversaciones ibéricas comienzan con la misma frase-concepto-que-nadie-entiende-pero-a-todos-preocupa… la “prima de riesgo”, sí, la misma que anda por los quinientos y ya hemos aprendido que eso quiere decir que la cosa va mal o muy mal. Y aquí tenemos un ejemplo vivo del poder de los medios, la dichosa prima se ha colado en todas partes, se ha vuelto la más popular y las que todos quieren que baje, aunque casi nadie entiende el verdadero porqué. Otra noticia altisonante ha sido el descabezamiento del “gobierno” italiano y su sustitución por un equipo de tecnócratas… y me parece fatal que se use esa palabra que fonéticamente suena agresiva, para designar a aquella persona que empleó su tiempo en ir a la universidad, sacarse una carrera o hasta dos, luego no venderse al mercado fácil y seguir en la academia, terminar un doctorado y mantenerse estudiando sin dar lugar a la improvisación. Evidentemente es una estrategia política para despreciar a quien se ha dedicado a cosas serias. Por esencia el político es aquella persona que se envuelve en una tela de juicio, dice que trabajará por el prójimo y luego miente para mantener el poder y saca a relucir su verdadero “yo” que es el ego en su máxima expresión… momento en el que todo lo que hace y dice cae en tela de juicio. Es comprensible que una persona de esta calaña no conjugue la cordura y mucho menos la razón, y quizá es el motivo por el que un “tecnócrata” dura dentro de un gobierno lo mismo que la virginidad de un gay de provincias en Chueca. Claro está, los tecnócratas son al final humanos, por ende fácilmente convertibles y ejemplos los hubo y los hay. De cualquier manera lo que quiero decir es que un país gobernado por un conjunto de sabios no me parece una mala idea, tampoco es que se haya descubierto el agua fresca, ¿acaso se nos ha olvidado que esta y no otra fue la fórmula seguida por las primeras estructuras sociales? Habrá que esperar un tiempo, ver cómo evoluciona Italia, y si funciona, entonces entrará en crisis el sistema democrático tal y cómo lo conocemos hoy.
Cambiando de cuerda, y es una suerte que aún existan otras, os puedo recomendar dos películas que he visto: “Carnage” o como se titula en español “Un dios salvaje” y “Margin call”. La primera es una adaptación de la obra de teatro, ya vista en España y medio mundo, sobre la piel de cordero que llevamos todos encima de nuestra verdadera esencia animal. Cuatro primeras espadas de la actuación desenfundan su verborrea en un espacio reducido y no cuento más. Por su parte, “Margin call” viene a ser un capítulo escenificado de “Inside job” y podemos ver como el mundo está dominado por esa basura que se ha inventado el capitalismo que se llama mercado y responde a lo peor que tenemos por dentro. A los que están por Madrid, el teatro sigue con títulos recomendables y un colega nos invita a pasar la tarde del domingo con su montaje “Papa y el resto” para reírnos mientras las urnas calientan lo que será el futuro de España. Eso sí, debemos votar. Ese derecho que aún tenemos nos hace fuerte. Yo lo haré y no por la izquierda que hoy gobierna porque me desilusionó su improvisación, tampoco por la derecha que ya se ajusta la corona, porque no me reconoce como persona… mi voto irá a un partido pequeño, que ha nacido recientemente y tiene un programa fresco que se asemeja a lo que hubiese escrito yo.
Os quiero,
Ed.
PD: Any… cuarenta años es una edad preciosa!!! Te lo dice alguien que ya lleva tres en esa década :-).

domingo, 13 de noviembre de 2011

Viernes

Hola a tod@s!
Culmina una semana con el protagonismo compartido entre la re-contra-sabida-e-inventada crisis mundial del modelo capitalista y la carrera, ya ganada, por la presidencia de la Madre Patria. La crisis sigue su rumbo caótico de primas de riesgos, deudas soberanas y otros inventos financieros cuyo único objetivo es multiplicar por mil cada bien que se produce en el planeta, ahora además con el “temor” de un “crash” en Italia y yo me pregunto: ¿Me vais hacer creer que Italia se ahoga? Señores, en África a los niños se les nombra cuando ya pasan de los dos años, antes de ese tiempo no se cuenta con sus vidas… no me jodan con que en Europa estamos en crisis. La otra cara de las noticias, las elecciones, ha aumentado la intención real de vómito de todos los que tienen más de un dedo de frente (y lo de no utilizar dos dedos corresponde a un cálculo real). Yo sigo pensando que es muy triste tener que hacer uso del voto útil por aquello de que en aras de sacarnos de la dichosa crisis con una fórmula mágica, guardada en el baúl de la abuela de Fraga, tendremos que entregar nuestros derechos a los fachas. Por suerte, otras cosas han pasado: un amigo vino de Barcelona y discutimos y nos reímos, a otro lo despedimos porque USA se percató de su valía, a Eriel (uno de mis postdocs) París lo reclama con un contrato como científico y yo estuve disfrutando de un tostón encantador que lleva por título “Melancholia”… hablo de la última película de Lars von Trier que, siguiendo el camino iniciado con su Anticristo, lleva la imagen al sumo delirio de la poesía visual.
De todas formas no quería dedicar mi nuevo Viernes dominical a hablar de crisis, bancarrotas, ni del cara a cara entre Rasputín y el Babas, ¿aclaro quien es quien?, sino de otra cosa quizá más agradable. Esta semana, si la biología lo hubiese permitido, Mdme Curie cumpliría 144 años. El buscador Google se acordó de ella y le dedicó un doodle durante las 24 horas del día marcado y no una amiga, sino hasta cinco personas me escribieron llamando mi atención sobre el hecho. Entonces me vino a la mente un recuerdo dulce: tenía cuatro años y vivía en un pueblo perdido de Cuba con nombre de humanista asturiano (Jovellanos), tras una insistencia casi febril, mi madre accedió a comprarme un pequeño libro escrito por Herminio Almendros sin entender muy bien aquel empeño. El libro hablaba de una señora polaca que se enamoró de la ciencia e hizo de este amor su vida. Desde ese momento la Curie fue una especie de Hada Madrina, azul por aquello de las emisiones radiactivas del radio y el polonio, que guió mi vocación y hasta la selección de la carrera que luego estudié. “A pocos” fui humanizando aquella aparición en tiempos de mi infancia y ya en Madrid tuve noción de su dureza y escarceos. Sin embargo, nada emborronó mi hada azul, nada impidió que en mi primera visita a Paris, entre el Louvre y el Orsay, buscara el sitio donde la tímida polaca que llamaban Marie encontró la aguja en el pajar. Hoy también recuerdo que un amigo de la carrera, misógino y elitista, la hacía descender hasta el infierno con comentarios despectivos sobre la mujer que logró un puesto entre tanto hombre-sabio en los tiempos que la física se revolucionó… esto tampoco melló la imagen primera de mi madame. Unas cuantas décadas después, con canas y más de una decepción, la Curie sigue visitándome de vez en cuando y esto lo quería compartir con todos vosotros.
Os quiero,
Ed.

domingo, 6 de noviembre de 2011

Viernes dominical :-)

Hola a tod@s!
Haciendo patente aquello de que “la pausa es parte de la música”, el invierno madrileño nos ha hecho un hueco lleno de luz y hoy domingo se puede disfrutar de un día espléndido en esta ciudad.
He tenido una semana cargadita de trabajo y emociones varias de esas que hacen la vida entretenida y diferente en cada momento. Sin embargo, no me apetece filosofar en este sentido y sí hablar un poco de lo que he visto de la cartelera madrileña. Tal y como comenté en un Viernes anterior, he estado mucho en el cine y alguna que otra vez en el teatro. Me desilusioné con “Eva”, esa película de ciencia-ficción española con excelente factura pero guión fallido. Es probable que muchos sepáis que de niño y joven me encantaban los libros de ciencia-ficción. Por aquel entonces, devoré a todos los rusos mitad científicos mitad soñadores, saboreé a Issac Asimov y también a Clarke. Luego llegaron las películas y hasta “Solaris”, en la ultra-lenta visión de Tarkovsky, fue plato exquisito para mi paladar. Pero el género que tanto amaba se desprestigiaba en series con malos guiones, naves de cartón y visitantes de varios colores. Poco a poco fui abandonando, con vergüenza, aquel amor de juventud. No obstante, por aquello de que los primeros amores sobreviven, siempre voy al encuentro, con ilusión, de cada nueva creación cinematográfica con tintes de ficción científica, quizá con la esperanza de revivir aquellas primeras palpitaciones. Sin embargo, una vez más, el género falló. Entre los logros de esta película está dibujar un futuro medianamente creíble, donde la alta tecnología convive con lo retro y todo tiene un sabor cálido, a pesar de la gelidez del escenario donde transcurren los hechos. Muchos elementos recuerdan a grandes creaciones anteriores, entre ellas “Blade Runner”, pero lo predecible de la trama, la falta de cohesión entre los hechos y los diálogos forzados matan lo que, en potencia, pudo haber sido y no es. Otra historia diferente es “The help”, aquí la han titulado “Criadas y señoras”. La fuerza de todas las actrices involucradas en esta película aplasta el acero. La fui a ver por Viola Davis (La duda) y salí enamorado de siete u ocho más. Aunque para mi gusto le sobran algunos minutos, esta historia de señoras blancas servidas por criadas negras es una opción recomendable para los que quieran entrar en una sala oscura.
Cambiando de cuerda, en teatro he visto dos comedias, santo género para los tiempos que corren, que me han hecho pasar un buen rato entre butacas. Primero estuve en “Papá y el resto”, una propuesta humilde pero digna de un grupo que se hace llamar “Materialmente imposible” cuyo texto es una pieza a tener en cuenta y sus actores unos verdaderos titanes de hacer realidad un sueño. La historia arranca con un padre que acaba de morir, tres hermanas, diferentes e iguales, deben decidir qué hacer con sus restos y esto les lleva a preguntarse ¿qué hacer con sus vidas? En el ínterin, un marido también duda y un antiguo compañero de la única hermana casada aparece. Todo esto empapado en humor inteligente y mensajes con lectura a varios niveles hace de “Papá y el resto” una opción para quienes prefieran reír y pensar a la vez. También por Madrid el creador de aquel texto delicioso que fue “El Método Gronholm” ha estrenado “Burundanga”, una desternillante comedia que logra reírse de ETA. Es muy probable que, debido a la cercanía de los hechos y el horror esta puesta no sea bien acogida en todas las latitudes, pero la genialidad de Galcerán en situar el fin de la banda armada en la casa de dos estudiantes pijas de la Barcerlona actual no tiene desperdicio. En fin, como ya os dicho en otras ocasiones, vivimos en tiempos de crisis pero al menos vivimos y eso hay que celebrarlo.

Os quiero,

Ed.