sábado, 9 de junio de 2012

Viernes así de simple

Hola a tod@s!
Pasado otro tiempo de ausencia os saludo desde un Madrid que espera “el rescate” de sus bancos con ese “dinerito” que tanto nos está costando y que se usará para pagar la deuda, o mejor comprarla a precio de saldo, mientras los sueldos bajan, los impuestos suben y la vida se vuelve interesante vivirla. La misma ciudad contradictoria que una vez fue cuna de la movida y hoy tiene por alcaldesa a una señora incapaz de mantener un discurso coherente, predicadora del credo cristiano y la devoción por la Roma vaticana. Sí, el vaticano (con minúsculas) que por fin destapa, aunque sólo sea un poquito, sus escándalos financieros y temores ancestrales, mientras sigue “erre que erre” su cruzada moderna en contra de las nuevas formas de familia y procedimientos científicos. Y si de ciencia hablamos, en España (a poco de ganarse mis minúsculas) se le impondrá una dieta rigurosa ya que, según estudiosos de alguna universidad medieval de esas que fomentó el mito de jesús y maría, en la Madre Patria la paridora de conocimiento está obesa y debe adelgazar varios millones de kilos. Yo, por lo pronto, he orientado a mis becarios que hagan mucho ejercicios, ingieran pocos alimentos e intenten pasar desapercibidos. Veré si con este método científico logro que no le impongan restricción alimenticia a mi laboratorio y tenga que despedir a esos “freaks” que han preferido la pipeta y las leyes naturales al botellón. Pero dudo que en este país de mitos logremos salvar a la diosa Atenea, demasiada presión por parte de “la prima y su riesgo”, cuando el verdadero lema es “los bancos primero, luego el resto deberá hacer fila”. Y retomando los mitos, me gustaría leer, escuchar o respirar un análisis de aquellos mitos recientes que rezaban: “la banca española es la más sólida de Europa” o “Rato es un genio de las finanzas”… “really!!!” diría un amigo americano con cara de desconcierto. Rato, el mismo que comandaba la economía en los tiempos de Aznar, cuando parte del hoy se gestó, también el mismo que presidió el FMI y salió pitando, el mismísimo que dirigió a Bankia por el mejor de los camino, el genio del desastre, aún tendrá credo porque alguien, alguna vez dijo que lo era, eso sí sin datos que lo demuestren. Genio sigue siendo Einstein cuya teoría de la Relatividad sigue imbatible y los neutrinos, ayer acelerados, hoy se han frenado y se mantienen en regla con velocidades inferiores a la de luz, tal y como predijo el judío de la oficina de patentes de Zürich. Y a esta ciudad preciosa quiero regresar, luego de haberla visitado esta semana y a pesar de haberme traído un lumbago que me mantiene sin patinar. Fue muy curioso revivir algo de mi pasado habanero en Suiza, recuerdo que un extranjero en la Cuba del 92 se distinguía por un andar relajado, ese aire de saberse seguro y a salvo del problema y cara de no tener la mente ocupada en responderse “¿Qué voy a comer esta noche?” Al pasear con A y R por Zürich volví a notar ese contraste, allí nadie se notaba preocupado por el “riesgo de la prima”, la vida fluye sin sobresaltos… el chocolate y la banca dan tranquilidad. No podemos quejarnos, ellos están haciendo lo que nosotros con otros. Por hoy es suficiente, la vida sigue a pesar de todas “las primas riesgosas”, y por ello recomiendo ver una película francesa que lleva por nombre “Et si on vivait tous ensemble” (¿Y si vivimos todos juntos?) y no es sólo por ver a Jane Fonda madura y en francés o disfrutar, otra vez, de la Chaplin… sino también por reflexionar sobre la tercera edad, la continuidad de la vida a pesar de los tropiezos y las dificultades. Os quiero, Ed. PD: Emma aún espero ese poema y las fechas.